Solución a la pregunta estrella del examen del Renacimiento

Si me prometes no coger dos uvas a la vez, compartiré contigo el racimo que tengo aquí.

Nos encontramos antes una oración compuesta mediante procedimientos de subordinación. La primera proposición que aparece ("si me prometes no coger dos uvas a la vez") se trata de una subordinada adverbial impropia condicional, la cual establece la condición que tendría que cumplirse para que tenga lugar lo expresado en la proposición principal ("compartiré contigo el racimo"). Dentro de la adverbial condicional, hallamos además una subordinada sustantiva ("no coger dos uvas a la vez") que desempeña la función de complemento directo del verbo "prometer".

Por último, de la proposición principal depende una subordinada adjetiva de relativo especificativa ("que tengo aquí"), la cual desempeña la función de complemento del nombre del antecedente "racimo", situado en la proposición principal. Dentro de la subordinada adjetiva, el relativo "que" desempeña la función de complemento directo.